COMO HACER QUE LOS HOMBRES SEPAN LO QUE QUEREMOS

¿Cuántas veces? Hemos escuchado que a las mujeres no se nos entiende. Y ¿Cuántas veces? Las mujeres hemos dicho que los hombres no captan. Lo que sucede es que la practicidad de los hombres no les permite tiempo para analizar la complejidad de cada detalle. De dichos detalles, las mujeres esperamos que estos entiendan  al menos uno o dos. Si bien sabemos que no ven las cosas exactamente como nosotras, si que esperamos capten todas las señales que sutil, o descaradamente ponemos para ellos.

En el presente artículo no queremos inclinarnos hacia ningún lado. Menos queremos fomentar feminismos fanáticos, así como tampoco queremos ofender orgullos masculinos.

Con total objetividad vamos a analizar algunas diferencias entre los hombres y las mujeres. Lo que nos ayudará a que estos sepan lo que realmente quieren las mujeres.

(-) En el caso de las féminas

–Estas suelen expresar muy a menudo sus sentimientos y puntos de vista. Explican las cosas cuando es necesario.

-Se aseguran explícita-mente de que los hombres sepan lo que no les gusta.

–Dan cientos de pistas (que muchas veces resultan ser como acertijos) para que los hombres sepan lo que quieren las mujeres.

Para las mujeres esto es tan simple como que 2+2=4. Pero siendo muy honestas, el expresar nuestros sentimientos, explicarnos, manifestar lo que nos gusta, y dejar pistas acompañadas de cientos de distintas miradas, son cosas que hacemos en grande. Para las mujeres todo es importante, verdaderamente no nos gusta escatimar cuando de emociones y sentimientos se trata. Por consiguiente esto hace que nuestra formula de 2+2=4, para los hombres en realidad sea como 2+2-4*(5/8+12,5)+95%-100%/45=2.

(-) En el caso de los caballeros

-)La mayoría de estos suele no expresar sus sentimientos, no les gusta hablar de sus problemas.

-)No les gusta mucho explicar las cosas, si lo hacen, no entran en detalles que para ellos no son relevantes.

-)No dan pistas de lo que les gusta y lo que no, si lo hacen, suelen ser irrisorias. Aquí las mujeres deben ser muy hábiles para adivinar que les gusta, y que no les gusta.

Para los hombres 2+2=4, verdaderamente 2+2=4. Los hombres no se detienen en posibilidades que no existen. Van directamente al punto central del asunto, y en el caso de las mujeres estos ya saben que nosotras vemos su fórmula de 2+2 con un resultado 5, porque siempre nos quedamos pensando que es lo que estos sienten realmente.

Seamos Prácticas También

Para las mujeres es sumamente frustrante el hecho de que los hombres no adivinen nuestros deseos y pensamientos. Parece algo cómico, pero al ser tan complementarias al momento de manifestar lo que sentimos, lo que nos parece la vida. Lo mucho que nos gusto aquel par de zapatos, lo mucho que nos irrito el que nuestra mejor amiga nos llamara al último para invitarnos a la fiesta. Lo increíblemente romántica que nos parece la letra de la nueva canción de nuestro artista favorito etc. Esperamos que los hombres sepan por mucho lo que queremos.

Ya que desde el punto de vista masculino, parece que manejamos demasiada e innecesaria información. Seamos prácticas:

-)No esperemos que recuerden fechas especiales como aniversarios, o cumpleaños porque la mayoría no lo hará. Hagamos que las recuerden sutilmente unos días antes. Podemos decir algo como “creo que voy a ponerme la pulsera que me regalo “X” en mi pasado cumpleaños”. El nombrar un ex, siempre hace que los hombres enciendan una alerta y pongan mucha atención a lo que le decimos.

-)Cuando algo nos moleste, no esperemos que entiendan nuestra seriedad y menos nuestras miradas fulminantes. Digamos expresamente, palabra por palabra, lo que nos molesta. Si estamos demasiado molestas podemos seguir usando el clásico “no me pasa nada”. Porque la idea tampoco es ponérselas tan fácil.

-)Quitemos la sutileza a las pistas, vayamos directamente al punto, por ejemplo, quiero ir temprano (especificas la hora exacta) al cine para ver “x” película y luego ir a cenar a “x” restaurante.

Si bien el que las mujeres apliquen un poquito de la practicidad de los hombres, puede mejorar la comunicación, y por lo tanto la relación, convendría que de vez en cuando los hombres hagan un esfuerzo por escuchar bien a las mujeres, para que así las sorprendan  agradablemente de vez en cuando