El casco es un elemento de protección indispensable que todos conocemos. Ya sea que se practique un deporte o por norma mientras nos transportamos; constituye un factor de seguridad y se debe prestar atención al modelo que escogemos. Para comprender a cabalidad esto, es necesario conocer cómo se hacen los cascos y por eso te lo traemos.
Su fabricación es un proceso bastante complejo que nos da una idea de la importancia de su uso. Se siguen estrictas normativas que garantizan la calidad y por lo tanto la seguridad del usuario. Desde un simple boceto, hasta su homologación; veamos cómo se fabrican.
¿De qué están compuestos los cascos?
La estructura que componen los cascos es bastante entramada y varía de acuerdo a cada fabricante y el objetivo que se desee. En general, podemos decir que existen 4 materiales principales al momento de su producción. Estos son: termoplástico, fibra de vidrio, fibra de carbono, fibra de aramida.
- Termoplástico: Se trata de un elemento compuesto a base de policarbonato o un tipo de resina termoplástica, como su nombre lo indica. Los cascos realizados con este material son bastante económicos dada la sencillez de su fabricación. Además, suelen tener un deterioro rápido en comparación con otros tipos de elementos.
- Fibra de vidrio: Este es uno de los materiales más utilizados dentro de la gama media. El producto final destaca por su buena relación entre la calidad y el precio, así como su durabilidad.
- Fibra de aramida o Kevlar: Esta es una de las fibras que ofrece mayor protección antes fuertes impactos. Del mismo modo, resulta ligera con buenas prestaciones y calidad. Sin embargo, su precio es considerablemente más alto.
- Fibra de carbono: Usualmente se usa en combinación con la fibra de aramida. Es con esta mezcla que se obtienen cascos ligeros con buena absorción ante impactos. Se consideran de gama alta por su rigidez y calidad. Aunque, cabe mencionar que su precio es bastante elevado. Este tipo de cascos ofrece características que ningún otro material ofrece.
Es importante destacar que la fabricación y materiales dependen de los criterios propios de cada marca. Normalmente, se utiliza una combinación de fibras (carbono, vidrio y aramida). Es esto lo que permite obtener cascos de tejidos específicos, compuestos por diferentes materiales que determinan sus características, calidad y precio.
¿Cómo se hacen los cascos?
Durante la fabricación de los cascos, es imperativo seguir normas de seguridad bastante estrictas, que se encuentran involucradas durante todo el proceso. Aunque los diseños son diferentes, los tres componentes principales que se evalúan son el armazón externo, el interno y el acolchado.
Del mismo modo, cómo se hacen los cascos se puede definir en tres pasos: diseño y desarrollo, construcción y pruebas. Veamos con detalle cada una de ellas.
Diseño y desarrollo
Todo comienza con la creación de bocetos en programas 3D hasta obtener un resultado acorde a lo esperado. Una vez se define el diseño, se procede a su realización en tamaño real con materiales de modelaje. Durante este paso, se definen las características de pantalla, carcasa exterior, acolchado, entre otros.
Cuando se ha determinado el modelo definitivo, se fabrica un prototipo de prueba que permita comprobar sus propiedades. Es así como se garantiza que se cumpla con la normativa. Todo esto, mientras se prepara la maquinaria para ser producidos en grandes cantidades.
Construcción
- La construcción de un casco propiamente dicha comienza por la carcasa o calota externa, ya sea troquelando las piezas o en inyección de molde. De esta forma, se crean capas de alta resistencia.
- Posteriormente, se deja reposar para proceder al corte de la misma y obtener la primera forma. Es en este paso donde se realizan los agujeros para la visera, enganches de correa, tomas de aire y demás componentes. Así mismo, aquí se define el tamaño del casco para que se ajuste perfectamente a la talla indicada.
- Adicionalmente, cuando ya se ha lijado y repasado con detalle, se aplican las capas de pintura para obtener color sólido y luego decoración. Finalmente, se adiciona una cobertura de laca para proteger el casco.
- Una vez hecho esto, se continúa con la formación de la parte interna (capa intermedia) que dependerá del uso final del casco. En términos generales, se suele usar polietileno por su absorción del impacto y protección de la cabeza. Para la zona del acolchado, se utilizan tejidos antialérgicos y antibacterianos. Este será incorporado en la zona interior del casco, que usualmente visualizamos.
- Por último, se procede a la instalación de la ventilación, pantalla, correas, acolchado y demás. Para concluir, se realiza un último pulido y se procede al embalaje.
Homologación y pruebas
La aprobación de un casco para ser utilizado tanto en vía pública como en competencias, depende de una serie de pruebas o fases. Es esto lo que nos garantiza su calidad y protección en todo momento. Las más conocidas son: ECE/ONU R22, DOT, Snell. Dicho esto, vamos a clasificar el proceso.
- Homologación
Se realiza en la fase de prototipo y es de carácter destructivo. De tal manera que el fabricante pueda observar si el modelo diseñado cumple con los estándares internacionales, antes de su fabricación en serie.
- Cualificación
Esta prueba es aplicada sobre los cascos ya fabricados en masa, antes de su etapa de comercialización. Se realiza con el fin de asegurar que el proceso de construcción no afectó las propiedades del prototipo original. De tal modo, que continúa cumpliendo los estándares establecidos.
- Conformidad de producción
Esta es una fase de comprobación donde se realiza un control de calidad del producto ya homologado.
Un casco certificados y debidamente aprobado implica que ha superado los niveles de protección exigidos con base en la norma. Aunque las especificaciones varían de acuerdo al país; en términos generales se establece que los cascos deben proporcionar como mínimo, protección adecuada frente a choques de 40 km/h aproximadamente.
Ahora que conoces cómo se hacen los cascos, sabrás que la inversión en un producto de calidad es fundamental. Se trata de uno de los elementos que más vidas salva durante un accidente. Por lo tanto, las empresas y los consumidores deben enfocarse siempre en la protección que estos ofrecen.