La parchita o maracuyá como es llamada también, es originaria de Brasil. (Muy cultivada en la región amazónica entre Venezuela y Brasil). Conocida como la fruta de la pasión. El que la llamen la fruta de la pasión no se debe a que tenga propiedades afrodisíacas ni mucho menos. Su enunciado como la fruta de la pasión se debe al nombre de la planta que le da vida. La pasionaria es una planta que puede alcanzar hasta los 9 metros en condiciones climáticas favorables. Esta es una planta trepadora por lo que podría pensarse que de ahí vienen su nombre, la pasionaria.
De igual forma el particular sabor de la parchita entre dulce y acido es tan exquisito que muchos sentimos pasión por esta. No importa si es llamada la fruta de la pasión gracias al nombre de la planta que la provee. Su exótica apariencia, su sorpresivo y jugoso interior más su delicioso sabor a cualquiera nos llena de pasión.
Además se trata de una fruta muy versátil. No solo podemos consumirla en jugos. Es especial para hacer granizados, helados, aderezos para ensaladas, maravillosos postres etc. Desde luego no podemos dejar por fuera lo ideal que resulta para la preparación de ricos cocteles.
Las Propiedades De La Parchita
Además de exótica y deliciosa la parchita es apasionadamente buena para nuestro organismo. Nos otorga maravillosas propiedades beneficiosas para nuestra buena salud.
– ) Contiene vitaminas y minerales esenciales para nuestro organismo. Vitaminas A, y C, y los minerales, magnesio, potasio y fósforo.
– ) Otorga gran aporte de fibra (ideal para intestinos perezosos).
– ) Contiene flavonoides que relajan el organismo calmando los nervios. Ayuda también a combatir el estrés y la depresión.
– ) Fortalece el sistema inmunológico.
Viendo sus propiedades ratificamos que el nombre la pasionaria. Lo tiene muy bien ganado esta maravillosa planta que nos regala la tan magnífica parchita.
Ahora bien, Salimos del súper mercado muy contentos con nuestra gran provisión de parchitas. Pero al comenzar a abrirlas con un chillo nos encontramos con que están prácticamente vacías. Que esa jugosa, beneficiosa y riquísima pulpa no está. Si compraste muchas, alguna debe tener algo de pulpa. Lo terrible es cuando compras una o dos con casi nada de pulpa, que no te alcance y para medio vaso de jugo.
Es que las parchitas, hay que saberlas escoger.
El Truco
Estando frente a las parchitas no te preocupes si estas están muy arrugadas, siempre y cuando aún estén firmes. En realidad estás van arrugándose con el tiempo, el que estén bastante arrugadas solo las hace más dulces.
El secreto de elegir una buena parchita es sentir el peso.
Las que son muy livianas suelen estar totalmente vacías por dentro.
Deben tener un peso considerable en proporción a su tamaño.
Teniendo ya en cuenta el peso, ponla cerca de tu oído y muévala sutilmente, el truco es que no deberías escuchar ningún sonido. Si pesa, y no suena, ¡taraan! Esa es tu parchita llena de rica y jugosa pulpa.