El quesillo es un delicioso postre típico venezolano. Existen opiniones en las que se expone que el quesillo viene a ser la versión venezolana del flan, el cual es un postre originario de las Islas Canarias y fueron los emigrantes canarios quienes lo llevaron hasta el país suramericano.
La diferencia entre el flan y el quesillo es más que clara. En la elaboración del flan solo se utiliza las yemas de los huevos. Mientras que en la preparación del quesillo se utilizan tanto las yemas como las claras de los huevos. En cuanto al origen venezolano del quesillo, el que se formen pequeños agujeros en su interior, recuerdan al típico queso blanco y de ahí su nombre, es la teoría más aceptada hasta los momentos. Perfectamente podemos decir que pese a su origen canario, el quesillo verdaderamente es un postre venezolano ya que nos caracteriza por sus ingredientes.
En todo caso el quesillo es un riquísimo postre, simple de preparar y que además gracias a su ingrediente principal que es la leche condensada este nos permite jugar con distintos sabores.
Como ya mencionamos, la leche condensada es la base del quesillo. Esta podemos prepárala nosotros mismos, o mejor aún ahorrarnos complicaciones y comprarla en cualquier supermercado o abasto.
En esta receta haremos unas pequeñas variaciones con las que el quesillo nos quedara más rico que cualquiera de los que hayas probado. Desde luego lo primero que necesitamos es una quesillera convencional, esta puedes encontrarla en cualquier tienda de repostería. Aunque también puedes usar cualquier recipiente de metal con tapa que se parezca a estas.
Los Ingredientes
(-) 1 lata de leche condensada
(-) 5 a seis cucharadas grandes de azúcar. (Para la preparación del caramelo).
(-) 4 huevos de tamaño mediano. He aquí, una de las variaciones. Normalmente el quesillo es preparado con 5 o más huevos, pero con cuatro huevos es más que suficiente.
(-) 1 medida de leche líquida con la misma proporción de la leche condensada. Aquí hay otra variación donde podemos jugar con los sabores, ya que podemos sustituir ¾ de la medida de leche con jugo de parchita concentrado, leche de coco, o puré de auyama.
Aquí puedes jugar con tu imaginación, lo que debes tener en cuenta es saber combinar los sabores y rectificar las proporciones, por ejemplo, si quieres hacerlo de naranja entonces de los ¾ de leche, sustituye 1 con leche condensada y dos con jugo fresco de limón.
(-) Un chorrito de vainilla.
(-) 1 chorrito de ron. (Opcional)
Preparación
(1-) En la quesillera vierte el azúcar y ¼ de una taza de agua y colócalo directo al fuego (Fuego medio). Ten mucho cuidado de no quemarte. Mueve constantemente la preparación para que no se pegue y ve esparciéndolo por toda la superficie de la quesillera o molde.
(2-) En la licuadora vierte todos los ingredientes, reservando la vainilla y el ron (opcional) para el final. Licua hasta obtener una mezcla homogénea. No batas por más de 2 minutos y medio.
(3-) Vierte la mezcla en el recipiente con caramelo. Pon la quesillera tapada en un baño de maría y cocínalo por una hora. Sabrás que está listo cuando puedas ver una pequeña separación entre el quesillo y las paredes del molde.
(4-) Déjalo enfriar completamente (5 a 6 horas) antes de desmoldarlo. Puedes dejar que se enfrié a temperatura ambiente o bien colocarlo en el refrigerador.
Ahora podrás disfrutar de deliciosos quesillos con diferentes sabores.